La Peña del Seo fue protagonista, durante los años que extrajeron el wolfram, de historias de espías, confabulaciones y donde las armas de fuego imponían su ley. La actividad minera se desarrolló entre los años 1940 y 1958. La extracción del wolframio suponía ganar mucho dinero en pocas horas de trabajo.
La mayoría del mineral era vendido a los alemanes, aunque los aliados lo adquirían para elevar el precio y evitar que los alemanes lo compraran. Hubo dos etapas muy diferenciadas en la explotación del wólfram en el Bierzo. La primera más caótica, donde se vendía el mineral a los alemanes, y la segunda, más organizada, cuando se construyó el poblado y el mineral se vendía para abastecer en la Guerra de Corea.
El wólfram es un metal de color gris acerado muy duro y denso que es muy escaso en la corteza terrestre. Sólo se puede encontrar en la Tierra combinado con otros compuestos químicos. Durante la II Guerra Mundial fue un material muy demandado, ya que se utilizaba para endurecer el armamento militar y para fabricar motores y bombillas.
Pero la historia que nos dejó el wolfram en la Peña del Seo también tiene capítulos oscuros. Entre ellos, la esperanza de vida de los trabajadores no llegaba a los 50 años debido al polvo que inhalaban, o las muertes en accidentes de trabajo.

Ruta al poblado minero de Peña del Seo
Para llegar al poblado minero de Peña del Seo puedes aparcar el coche en Cadafresnas. Un pequeño pueblo a 30 kilómetros de Ponferrada, que pertenece al municipio de Corullón. No hay mucho espacio para dejar los coches.
Desde Cadafresnas hasta el poblado nos separan poco más de cuatro kilómetros por una pista de tierra por la que podían acceder los todoterrenos. No tiene desnivel y es una ruta muy sencilla y apta para hacer toda la familia.
Los paisajes durante toda la ruta son impresionantes y destaca la imponente Peña del Seo y el poblado a sus pies.
Si te sientes con fuerzas puedes continuar ascendiendo hasta las dos cimas de la Peña del Seo, la más alta con una altitud de 1576 metros. En la cima se encuentra el vértice geodésico. En la ruta podemos ver los restos del lavadero nuevo y viejo, así como galerías mineras.

Pasado
Hace unos años, la fiebre del wólfram estuvo a punto de volver a Cadafresnas y al poblado de La Piela cuando una empresa australiana comenzó a hacer prospecciones para volver a extraer mineral. Sin embargo, aunque la tierra escondía lo que buscaban, los gastos de extracción superaban a los beneficios de la venta, o al menos eso fue lo que dijeron al Ayuntamiento y el silencio volvió a la Peña.

Presente
La mayoría de las casas del poblado están en ruinas, pero se puede acceder a alguna para ver cómo estaban distribuidas. Eran 41 viviendas de 60 m2 cada una. Tenían dos dormitorios, cocina, baño, salón y despensa. En la época de mayor producción llegó a tener 300 trabajadores contratados.
Las minas se cerraron por la caída de la demanda en 1958 y en 1974 se fue el último habitante, el guarda que vivía con su familia. Después empezó el expolio y el derrumbe por abandono.
En la actualidad el poblado se encuentra dentro de la Lista Roja de Patrimonio. Esta lista es una herramienta de participación social creada para dar a conocer, sensibilizar y actuar sobre los elementos del patrimonio del territorio español en riesgo de desaparición.

Futuro
El ayuntamiento de Corullón y la Junta Vecinal de Cadafresnas intentan sacar adelante un proyecto de recuperación del poblado minero. Quieren abrir un aula de interpretación minera de aquellos años. Pero se estás tramitando la instalación de tres parque eólicos en Barjas, Trabadelo y Busmayor que pueden afectar al proyecto de recuperación del poblado minero de Peña del Seo.