El tren a Villablino

La Ponferrada-Villablino era una línea de ferrocarril que unía las comarcas del Bierzo y Laciana a través del valle del río Sil, en la provincia de León. Actualmente, sus restos pertenecen a la empresa minera Coto Minero Cantábrico en situación de administración concursal. Desde 1996 únicamente se mantiene la línea desde la localidad de Cubillos del Sil, puesto que han sido eliminados los 12 kilómetros que separaban la estación de Ponferrada, hoy Museo del Ferrocarril, hasta la estación de Cubillos.

Los propietarios de las minas de la cuenca de Villablino habían estudiado la posible construcción de un ferrocaril de vía estrecha desde Ponferrada hasta Palacios del Sil y de un tranvía hasta Villablino. En  1906 el ingeniero José Revilla Haya propuso la construcción de un ferrocarril de 70 kilómetros desde Ponferrada para dar salida a la extraordinaria riqueza carbonera de la cuenca de  Villablino.

Didier Forest

Dada la necesidad de carbón nacional para paliar el desabastecimiento energético y contener los precios, Francisco Cambó (Ministro de Fomento) convoca a una reunión en Madrid a los propietarios de las minas con el fin de presentar a las Cortes un proyecto de ley especial para agilizar los trámites de concesión del ferrocarril.

La concesión del expediente de expropiación forzosa obliga a que el ferrocarril sea construido en un máximo de 14 meses (con fuertes penalizaciones en caso de incumplimiento) y además de transportar carbón, sea un servicio público de viajeros. No se contemplan ayudas gubernamentales para paliar el desabastecimiento de materiales provocado por la guerra.

El 14 de junio de 1918 el Ministro de Fomento presentó al Senado el Proyecto de Ley, aprobado por ambas cámaras y sancionado por el Rey Alfonso XII, se publica en la Gaceta del 25 de julio, dando comienzo las obras ese mismo día.

La construcción de la línea tuvo diversos problemas, como la epidemia de gripe que hizo disminuir de 4.800 a 1.200 los trabajadores disponibles, o la imposibilidad de utilizar la carretera para transportar los materiales, lo cual obligó a usar la misma plataforma de la vía para la intendencia logística.

A 600 metros diarios de vía, al concluirse el túnel del kilómetro 10, la vía estaba ya instalada en toda la línea. Los edificios de las estaciones se hicieron a medida que la vía llegaba a ellas y se podían trasladar los materiales destinados a su construcción. Se perforaron 650 metros de túneles, se excavaron 735.000 metros cúbicos de tierra, se construyeron y montaron 10 puentes y se edificaron siete estaciones y ocho apeaderos. Se consiguió construir el ferrocarril en diez meses y medio batiendo el récord de rapidez de construcción de un ferrocarril en España.

En los años posteriores a la Guerra Civil la Diputación de Asturias proyectó una línea de vía métrica, de 124,1 km, que uniría Villablino con Pravia por Cangas de Narcea. Nunca llegó a ponerse en servicio pero sus obras comenzaron y son visibles restos de las mismas entre Cornellana y Pravia. El objetivo de este ferrocarril, que se preveía electrificar desde sus inicios, era conseguir la exportación de carbones de Laciana, Alto Sil, y Alto Narcea por el Puerto de San Esteban de Pravia, conectando con la red del Vasco Asturiano poco antes de la estación de Pravia. El proyecto implicaba dos grandes túneles de 5 km de longitud cada uno de ellos. El primero entre Caboalles de Arriba y Cerredo para salvar la divisoria Sil-Navia y el segundo entre Degaña y el Monasterio de Hermo para salvar la divisoria Navia-Narcea.

Desde su construcción en 1919 fue explotado por Minero Siderúrgica de Ponferrada, transportando carbones propios como de otras explotaciones mineras además de viajeros, mercancías varias en régimen de paquetería y correos. Este servicio dejó de prestarse el 10 de mayo de 1980.

En la década de los 80 también se dejó de transportar carbón de otras empresas y de transbordar carbón a la red de Renfe.

Durante un tiempo el carbón se bajaba a lavar a Ponferrada y retornaba lavado a Cubillos del Sil para ingresar en el parque de carbones de Compostilla II, con la construcción del lavadero de Villablino y de los talleres de material motor en esta localidad y de material remolcado en Cubillos del Sil, la conexión con Ponferrada dejó de prestar servio el 18 de julio de 1996.

En 1999 la  Junta de Castilla y León renovó la concesión por 50 años a MSP (más tarde CMC). Hasta 2012 había trenes con carbón ya lavado desde Villablino y Alinos a Cubillos del Sil, descargando bien en la Central de Endesa o en la propia estación de Cubillos, donde la empresa disponía de un parque propio de carbones de reserva. Desde octubre de 2012 se encuentra sin servicio y a cargo de la administración concursal de CMC. El único futuro que le espera es ser aprovechado para trenes históricos, pero no hay visos de solución. Un consorcio de municipios denominado Ponfeblino pretende volver a poner en marcha este tren como reclamo turístico de la zona.

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