Hablando con un amigo, surgió esta semana el tema de nuestros lugares favoritos. Él ha estado en dos ocasiones en Japón, un país que me encantaría conocer algún día. Asia es mi asignatura pendiente en cuanto a viajar se refiere. Tokio es una ciudad en la que cualquier cosa puede suceder, mujeres y hombres vestidos con el tradicional yukata en los festivales de verano, las aglomeraciones de Shibuya o los paseos bajo las flores de cerezo en primavera. «Es de otro mundo», dice mi amigo.
El centro de Tokio supera los 13 millones de habitantes, sí me has leído bien, 13 millones de habitantes. Solo el centro de la capital nipona tiene 23 barrios con una población cercana a los 13,23 millones de habitantes. Pero además, existen otras áreas donde viven más de 37 millones de habitantes, lo que la convierte en la mayor aglomeración urbana del mundo.
A pesar de que desde tiempos antiguos existían pequeñas poblaciones y templos en las colinas cercanas a la bahía de Tokio, se considera que la fundación formal de Tokio fue en 1457, cuando un vasallo del clan Uesugi, Ōta Dōkan construyó el Castillo Edo (江戸城 Edo-jō); así el área que rodeaba el castillo se comenzó a llamar Edo (江戸, literalmente «estuario»). El gobierno militar Tokugawa, que había tomado el castillo en 1590 y que tenía el control casi absoluto de Japón, estableció su gobierno en Edo en 1603, hecho que dio inicio al Período Edo en la historia japonesa. La nobleza, junto con el Emperador de Japón, permanecieron en Kioto, que siguió siendo la capital oficial, aunque sólo de manera protocolar.
Tokio disfruta de un clima templado y húmedo. Durante todo el año se celebran los matsuri, generalmente de origen sintoísta y auspiciados por algún templo o santuario; aunque a veces pueden tener un origen secular o hasta cristiano.
La cocina característica de Tokio tiene sus raíces en los tiempos en que el shogunato Tokugawa se estableció en Edo en 1603. En japonés, Edo-mae se refiere a la comida hecha con pescado de la bahía de Tokio, y es un término que actualmente denomina de forma genérica a la cocina tokiota.
El Edo-mae tomó una característica distintiva al irse combinando la cocina de los diferentes barrios de Shitamachi (ciudad baja en Edo). Los platos representativos son soba (蕎麦), tempura (てんぷら o 天麩羅, tenpura), udon, anguila asada (kabayaki); y, por supuesto, el sushi. La versión de sushi originaria de Tokio es conocida como Edo-mae-zushi, y se dice que nació en Honjo Yokoami, actual barrio de Sumida en el siglo XVIII. El oden (おでん) es un estofado de pescado y huevos cocidos, creado en Edo alrededor de 1850.