Sevilla significa para todos los visitantes que en ella recalan toda una experiencia. Capital de provincia, es la ciudad más poblada de Andalucía. Su casco antiguo es el más extenso de España y uno de los tres más grandes de toda Europa junto a los de Venecia y Génova.
Entre sus monumentos más representativos se encuentran la catedral (que incluye la Giralda), el Alcázar, el Archivo de Indias y la Torre del Oro, de los que los tres primeros han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco de forma conjunta en 1987.
Con la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929, la ciudad experimentó un gran desarrollo urbanístico marcado por la creación de parques y la construcción de edificios proyectados para dicho acontecimiento, como el parque de María Luisa o la plaza de España. La Exposición Universal de 1992 dejó como legado en la ciudad una importante mejora de la infraestructura, principalmente en las comunicaciones terrestres y aeronáuticas, entre las que destaca el acceso ferroviario del AVE a la estación de Santa Justa. Asimismo, el área de la Expo de 1992 se adaptó como sede del Parque Tecnológico Cartuja 93, sedes de la Universidad de Sevilla y el parque temático y de ocio Isla Mágica.
Los orígenes del núcleo original de la ciudad se encontraban en una isla del Guadalquivir, en la actual zona de la Alfalfa. El nombre original del asentamiento fue Hisbaal, alusivo a Baal, uno de los dioses más importante del panteón de la civilización fenicia. Posteriormente, en el lugar que sería la actual ciudad de Sevilla, Julio César fundó la Colonia Iulia Romula Hispalis, latinizando el nombre del poblado indígena original de la ciudad (Ispal) en Hispalis, añadiéndole Julia por su propio nombre y Rómula por el de Roma, fórmula habitual en la toponimia de las colonias romanas. Recientes estudios desmienten esta teoría y señalan como su fundador al procónsul Gayo Asinio Polión.
En la arquitectura de Sevilla han dejado constancia las civilizaciones que han habitado la ciudad, con una riqueza monumental muy importante, tanto en edificios religiosos como civiles, con influencias de romanos, visigodos, árabes, movimientos europeos, racionalismo, modernismo y regionalismo historicista andaluz. En el patrimonio histórico-artístico de la ciudad pueden observarse varios estilos como gótico, mudéjar, renacentista, barroco, neoclasicismo, romanticismo, etc.