Ubicada en La Rioja, Santo Domingo de la Calzada tiene un sinfín de monumentos y edificios emblemáticos para descubrir. Pequeño burgo en el siglo XI, fue fundado por Domingo García, que construyó allí un puente para hacer seguro el cruce del río, un hospital y un albergue de peregrinos, para facilitar con ello el peregrinaje del Camino de Santiago a su paso por la localidad.
La villa estuvo bajo el gobierno del abad hasta 1250, fecha en la que pasará de abadenga a realenga, es decir, bajo el gobierno y la administración del rey. El siglo XVI conoce el desarrollo y florecimiento de la ciudad, que llega a tener 3000 habitantes, incluidos los de los arrabales nuevos que surgen entonces.
El milagro del ahorcado y del gallo y la gallina de Santo Domingo de la Calzada son Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial, por parte del Gobierno de La Rioja: Un matrimonio alemán y su joven hijo, Hugonell, se dirigen en peregrinación a Compostela. Al llegar a Santo Domingo se hospedan en un mesón. La hija del posadero se enamora del joven, pero al no ser correspondida decide vengarse ocultando una copa de plata en el equipaje del joven. Cuando éste abandona la ciudad la muchacha denuncia el robo. Al ser capturado, se encuentra la copa entre sus pertenencias por lo que es acusado de robo y condenado a la horca.
Al día siguiente, sus padres, antes de emprender el viaje, van a ver el cuerpo de su hijo, quien sorprendentemente estaba vivo y les dice: “El bienaventurado Santo Domingo de la Calzada me ha conservado la vida contra el riguroso cordel… dad cuenta de este prodigio”. Los padres acuden a contar el suceso al corregidor de la ciudad, pero éste, escéptico, comenta que el joven está tan vivo como el gallo y la gallina asados que se dispone a comer. Al instante las aves recuperan las plumas y la vida, dando fe del portentoso milagro.
De ahí el dicho: “Santo Domingo de la Calzada donde cantó la gallina después de asada”
Entre sus monumentos a visitar cuenta con una Catedral que comenzó, según los Anales Compostelanos, en el año 1158, con el fin de cobijar los restos de uno de los santos más conocidos y venerados en el Camino de Santiago, santo Domingo de la Calzada, fallecido en el año 1109. Maese Garçión fue el maestro que diseño y comenzó a erigir el templo. Este maestro proyectó un gran templo tardorrománico acorde con la importancia del lugar, y del que aún se conservan importantes vestigios, en concreto la cabecera y el diseño del resto del templo. Desde el punto de vista arquitectónico destaca su estructura, con una Cabecera con deambulatorio que circunda el presbiterio, y tres capillas absidiales de las que original solo se conserva la central.
Cuenta Santo Domingo de la Calzada con ermitas, paseos y espacios verdes como el Jardín Botánico de La Rioja, que dispone de diversas colecciones que se van enriqueciendo cada año. Unas tienen carácter divulgativo y otras científico, por lo que no todas se encuentran expuestas.
Además, se pueden conseguir los ‘ahorcaditos’, unos dulces de hojaldre con forma de viera, rellenos de una crema de almendra típicos de Santo Domingo de la Calzada, forma parte de la cultura de la golmajeria riojana y reciben su nombre del famoso milagro del gallo, la gallina y el ahorcado.