Praga es la capital de la República Checa y es conocida como la ciudad dorada o la ciudad de las cien torres, aunque en realidad hay muchas más.
Es una ciudad que es un mueso en sí misma y que te hace sentir como en un cuento de hadas.
Castillo de Praga
Es uno de los símbolos de la República Checa y es uno de los más grandes del mundo. Lo construyeron en el siglo IX y en él han vivido varios monarcas y presidentes. Está formado por un conjunto de palacios, fortificaciones, edificios religiosos, administrativos y residenciales.
Son varias las atracciones que podemos visitar en el castillo, destacamos las siguientes:
Cambio de guardia: tiene lugar en el patio enfrente del Palacio Real. A lo largo del día hay varios cambios, pero el más espectacular es el de las 12:00 del mediodía.
Catedral de San Vito: es una de las catedrales más famosas de toda Europa. Con su arquitectura gótica destaca en el skyline de Praga. Tiene un mirador desde el que tendrás unas vistas impresionantes de la ciudad.
Callejón del oro: en estas pequeñas casas de colores vivieron primero los guardias reales y sus familias, después los orfebres, pero también cuentan que en él vivieron los alquimistas, y de ahí viene su nombre. La casa más famosa es la número 22, ya que en ella vivió Franz Kafka junto a su hermana. En la actualidad son tiendas de souvenirs.
Barrio judío y sus seis sinagogas
Josefov es el barrio judío de Praga. En él todavía podemos ver seis sinagogas y el famoso cementerio judío. Estas sinagogas sobrevivieron al régimen nazi porque su macabra idea era que fueran un museo exótico de una raza extinta. Para visitarlas te valdrá la misma entrada, excepto si quieres ver la Sinagoga Vieja-Nueva que tendrás que comprar otra entrada aparte.
Seguro que has visto en fotos el viejo cementerio judío. En él, multitud de lápidas se encuentran apiladas unas al lado de las otras sin ningún orden, algunas están torcidas y todas rodeadas de verde.
Puente Carlos
Une la ciudad nueva con la ciudad vieja y a pesar de que es un puente grande, ya que mide de diez metros de ancho y 516 de largo, es complicado atravesarlo por la cantidad de gente que hay. Hay 30 estatuas de santos y figuras religiosas, la mayoría de ellas son copias. Una de las más famosas es la estatua de San Juan Nepomuceno, patrón de Bohemia, cuya tradición es tocarle la mano izquierda para que se cumpla tu deseo.
Está lleno de artistas callejeros, músicos y pintores. Este puente tiene tres torres, dos del lado de Mala Strana y otra del lado de Stare Mesto.
Si puedes visítalo también por la noche, ya que tiene una preciosa iluminación y hay mucha menos gente.
Reloj astronómico de Praga
Es el reloj más antiguo de Europa de su estilo. Cuenta la leyenda que para asegurarse de que su creador no hiciera otros iguales lo dejaron ciego.
En la parte superior vemos dos ventanas en las que aparecen los doce Apóstoles cada vez que el reloj marca las horas. También aparecen cuatro figuras: la Muerte, la Vanidad, la Avaricia y el Turco, y tirando de ellas con una cuerda un esqueleto. Destaca en el nivel del medio el cuadrante astronómico con las 24 horas del día y las posiciones del sol y de la luna en el cielo. En la parte más baja podemos ver un calendario circular con medallones donde se encuentran representados los meses del año.
A las nueve de la mañana y a las nueve de la noche empieza el espectáculo, la plaza se llena de gente para ver como se pone en movimiento.
Casa danzante
Este edificio destaca entre la arquitectura moderna de Praga. También se le conoce por el nombre de Fred y Ginger, debido a que sus arquitectos se basaron en la famosa pareja de baile Fred Astaire y Ginger Rogers. Se construyó entre los años 1992 y 1996.
Teatro Negro
Si quieres ver un espectáculo típico de Praga, algo distinto a lo que estamos acostumbrados a ver, no puedes perderte el Teatro negro. Se trata de obras de teatro en las cuales el escenario es totalmente negro y se van iluminando los actores o elementos concretos. Utilizan una iluminación estratégica para dar protagonismo a lo que a ellos les va pareciendo importante.
El idioma no tiene qué preocuparte, estas obras son mudas.
La calle más estrecha del mundo
Se encuentra en la Calle U Lužického semináře, cerca del Museo Kafka. Mide de ancho entre 50-70 centímetros y tiene una longitud de 10 metros de largo. Tiene escalones y su paso está regulado con un semáforo para que los peatones no se queden atascados. Recórrela y al final podrás ver unas vistas preciosas del puente Carlos y del río Moldava desde el restaurante que allí se encuentra.