Lourdes, de pequeña aldea a multitudinario santuario

El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes es un conjunto de edificios y lugares dedicados al culto de la Virgen María, en Francia. El complejo incluye las basílicas de la Inmaculada Concepción, la de Nuestra Señora del Rosario y la de san Pío X, así como la Gruta de las apariciones, donde la Virgen se presentó ante Bernadette Soubirous, según la creencia católica.

El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, junto con los santuarios de Torreciudad, Montserrat, Meritxell y El Pilar conforman la Ruta mariana, itinerario guiado por la espiritualidad y devoción mariana, poseedor de una gran riqueza patrimonial, gastronómica y natural.

En el año 1858, la localidad de Lourdes era una muy pequeña aldea con casas humildes, como así también sus habitantes, que en un ochenta por ciento eran analfabetos.

Esta comarca, apenas conocida en Francia en ese momento, se encuentra en el inicio del sistema montañoso de los Pirineos y tiene hacia el oeste un promontorio rocoso conocido con el nombre de Massabielle (Rocas Viejas). Al pie de éste corre el río Gave que se forma con las aguas que descienden de las montañas. A un lado de los muros de rocas seminegruzcas la naturaleza abrió una pronunciada gruta de 3 metros y medio de ancho por 3 metros y medio de alto.

Esta gruta era un lugar solitario con un suelo árido y seco en el cual crecían rosales silvestres, que eran las flores de la zona. Aquí fue donde, según el testimonio de Bernadette Soubirous, se produjo una de las apariciones marianas más conocidas de la Historia, en el año 1858. Hoy junto a esa Gruta de las Revelaciones se alza un santuario y un lugar de peregrinación. La Gruta y la Basílica de la Inmaculada Concepción (construida por Monseñor Laurence, obispo que acogió las revelaciones privadas a santa Bernadette Soubirous), constituyen el santuario original. Posteriormente, todo el conjunto de templos y edificios que tienen como centro la Gruta mencionada recibieron el nombre de Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.

En la cavidad natural donde se produjeron las apariciones se dispuso una estatua de la Virgen María, además de un altar, bancos con reclinatorio, un soporte para cirios, etc. De ese conjunto se hicieron reproducciones, más o menos literales y generalmente a la misma escala, en muchos lugares fuera de Lourdes, en las que son invariables la gruta y la imagen de la Virgen. Según la reproducción, pueden aparecer, también, el altar, los bancos, y en ocasiones, una estatua de Bernadette.

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