Se acerca el día del libro y vamos a rendir homenaje a las bibliotecas. Estos edificios no son solo un continente de libros, son lugares mágicos que nos hacen viajar con nuestra imaginación. Muchas de ellas guardan verdaderos tesoros y a veces tienen el plus de encontrarse ubicadas en edificios que arquitectónicamente son una maravilla. Vamos a hacer un recorrido por cinco bibliotecas en España que, además de contener valiosas colecciones, tienen un montón de curiosidades.
Biblioteca Pública Arús
En Barcelona se encuentra esta biblioteca fundada en 1985 por Rosendo Arús. El objetivo de este periodista era crear una biblioteca pública para que los trabajadores pudieran ilustrarse. En la actualidad es un centro de investigación especializado en movimientos sociales contemporáneos, sobre todo obreros y masónicos.
Tienes que fijarte en un farol colgado con el nombre de la librería en el exterior de un edificio del Passeig de Sant Joan, cerca de la Plaza Tetuán, para saber dónde se encuentra. Si no, pasaría desapercibida. En esta biblioteca viajarás en el tiempo. Una vez que te adentras en ella lo primero que ves es una escalera con dos columnas jónicas de cada lado que nos lleva hasta una réplica de la Estatua de la Libertad. El suelo es como un tablero de ajedrez, y encima de los escudos de las diferentes logias catalanas, podemos ver un compás y una escuadra. Todos son símbolos asociados a la masonería.
Otra de sus curiosidades es que en su interior podemos disfrutar de una de las mayores colecciones a nivel europeo de Sherlock Holmes. 12.000 piezas forman esta singular colección en la que hay libros, cómics, juegos de mesa, películas, etc.
Biblioteca de Menéndez Pelayo en Santander
En el centro de Santander podemos ver este edificio con un precioso jardín. Esta biblioteca perteneció al escritor Marcelino Menéndez Pelayo y la donó en su testamento al Ayuntamiento de Santander. Uno de los requisitos que especificó en su testamento es que no se podían incorporar más obras a la colección después de su muerte. La biblioteca cuenta con 41.500 títulos y está formada por manuscritos desde el siglo XIV.
Biblioteca América de Santiago de Compostela
Esta biblioteca de Santiago de Compostela fue creada por Gumersindo Busto, un emigrante compostelano en Buenos Aires. A su vuelta quiso conectar Galicia con la rica cultura americana a través de esta biblioteca. En ella, además de libros puedes encontrar una colección de bustos, banderas, billetes o mapas.
Se encuentra dentro del Pazo de Fonseca, sede del Rectorado de la Universidad de Santiago de Compostela.
Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca
Es una de las bibliotecas universitarias más antiguas de Europa. Se encuentra en el claustro alto del edificio de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca y fue fundada por el rey Alfonso X el Sabio en el año 1252.
La obra más valiosa de su colección es el manuscrito del Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita.
Esta biblioteca ha aparecido en las escenas finales de la serie de Álex de la Iglesia 30 monedas y también en la película de Alejandro Amenábar Mientras dure la guerra.
Biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El Escorial
En la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial podemos visitar una de las bibliotecas más bonitas de España, que se encuentra dentro del monasterio de El Escorial. Su propulsor fue el rey Felipe II en 1565.
La biblioteca está dividida en varias estancias. La principal y más espectacular es el Salón Principal o Salón de los Frescos. Mide 54 metros de largo y 9 de ancho. En lo alto podemos apreciar su bóveda de cañón, que está decorada con pinturas al fresco. Entre ellas llaman la atención las siete Artes Liberales en forma de mujeres y los frescos obra de Pellegrino Tabaldi. Este último se inspiró en la bóveda de la Capilla Sixtina. Como curiosidad, los libros de esta zona están colocados al revés, con el lomo hacia el interior de la estantería.
El resto de las estancias son: el Salón Alto, encima del Salón Principal, que está dedicado a usos académicos; el Salón de Verano, donde se almacenan impresos modernos; y el Salón de Manuscritos, donde, como su propio nombre indica, se conservan los manuscritos.
En 1671 un incendio arrasó parte del Monasterio del Escorial y la biblioteca sufrió grandes pérdidas.