El Bierzo es una comarca un tanto especial de León. Su marcada identidad se hace notar nada más entrar en esta tierra occidental de continuos montes, ricos suelos en su fondo y peladas alturas. La llamada olla berciana significa que tienen una protección montañosa que le guarda de una temperatura superior a la del resto de la provincia.
Dos provincias gallegas y Asturias la colindan. Y seis comarcas leonesas: Ancares, Laciana, Omaña, Cepeda, Maragatería y Cabrera. Siempre fue una tierra de agricultura y ganadería. Famosos desde siglos atrás sus viñedos en Villafranca y Cacabelos. Pimientos, castañas, cerezas y frutas que le dan fama de huerta rica.
La actividad minera arranca con los romanos y la mina de oro de Las Médulas. Pero fue en el siglo XIX cuando el carbón transforma y revoluciona en todos los sentidos a esta comarca.
Astures y no celtas son sus primeros pobladores. Aunque por influencia gallega se prefiere novelar con las tribus celtas como primeros habitantes. Son castros astures en abundancia los que se han descubierto y varios, como el de Fornela-Peranzanes los mejores conservados.
Los mozárabes pasaron influyento en templos y ermitas en el siglo X. Y los propios bercianos fueron gentes con las que se repobló el sur de León y el norte de Zamora en algunas ocasiones.
La casa berciana recuerda el castro circular, pero que lo ha ido perdiendo hacia un gran rectángulo con lados acurvados. Techos de paja o teito, que posteriormente fueron losa del país.
La casa típica es de piedra y dos plantas. Con un corredor de madera como balcón que sobresale en la fachada principal. Su acceso es por escaleras, patín, y en el sótano suele contar con bodega, planta baja para ganado y cocinas y planta primera para dormitorios.
Pajares, palleiros, quedan pocos. Siempre para el ganado a las afueras del pueblo. Los hórreos prácticamente desaparecieron. Colmenares, palomares y molinos de piedra y tejado de losa son todo un descubrimiento que pocos pueblos logran mantener en pie.
En general es una casa pobre, pero digna y funcional. Cantejeira, Bouzas, Montes de Valdueza y otros lugares apartados conforman aún un conjunto urbano no del todo desaparecido y que bien merecen una visita con cámara al hombro.