Juan López Prepárense y tomen nota. La incuestionable oferta turística de Castilla y León es de las más importantes de España y de Europa. En esta tierra hay lugares idóneos para viajar solo a espacios y lugares de Zamora, hacerlo como enamorados a Salamanca, la ciudad de Calixto y Melibea, descubrir con amigos la Sierra de Francia, realizar una ruta de catedrales góticas y románicas para locos del arte, pisar Las Médulas, el Acebal de Garagüeta, los Arribes del Duero o Los Ancares para aquellos que buscan pura naturaleza, recorrer el Camino de Santiago por Astorga o conocer, al menos una vez en la vida, el canto gregoriano en el Monasterio de Santo Domingo de Silos, buscar la soledad de Las Batuecas, pasear intramuros en Ávila o caminar por la urbanita Valladolid. Todo ello y más se puede hacer en Castilla y León. Y todo ello y más se pondrá en valor en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se celebra del 23 al 27 de enero en Madrid.
Los mejores prescriptores de esta joya de la Comunidad son los blogueros de esta tierra, todos ellos recomendables, quienes permanentemente actualizan en sus web todo aquello que exploran y patean y que recomiendan a sus seguidores. Tal es el caso del peso que han logrado que se han organizado en torno a la Asociación de Blogueros de Viajes de Castilla y León. No obstante, en conversación con Ical, coinciden en alguna crítica a la promoción y divulgación por parte de las administraciones, de uno de los territorios, dicen, con el “mayor potencial en el sector”.
Cristina Rodríguez, del blog ‘Ida y vuelta’, tiene clara algunas de las ideas que continuamente traslada a sus lectores. No duda en recomendar para amantes de la historia las villas romanas de La Olmeda, en Palencia, y Almenara-Puras, en Valladolid, así como las catedrales de esta tierra; o no perderse el parque del Mudéjar de Olmedo si uno se acompaña de niños. Para curiosos, aboga por descubrir la localidad zamorana de Toro.
Por San Valentín, Salamanca
Salamanca es la ciudad de los enamorados de Castilla y León, la nueva ciudad de la luz. Si el turista ultima un viaje en pareja, los blogueros coinciden. “Es imprescindible un paseo por Salamanca, mi ciudad, un paseo al caer el sol cuando la piedra adquiere un color dorado único”, admite Cristina Rodríguez.
La capital universitaria atrae a sus visitantes durante todas las épocas del año, pero un buen momento para sorprender a tu pareja puede ser la próxima celebración de San Valentín. Así opinan también Pablo Montes y Estefanía Casillas, del blog ‘Viaje con Pablo’, y que la definen como la ciudad “más romántica de la región, cuna de Calixto y Melibea”: “No hay nada más romántico que un paseo nocturno por la calle Compañía, la Rúa Mayor, la plaza de Anaya, el Patio Chico, San Esteban y la Plaza Mayor”, sentencia Montes. Abilio Estefanía, del blog ‘El lío de Abi’, aplaude esta decisión de sus colegas y directamente envía al visitante al Huerto que lleva el nombre de los protagonistas de La Celestina, “lo más romántico para enamorados”. Otras alternativas para acudir en pareja son las bodegas de la Ribera del Duero, “uno de los pequeños placeres que te puede regalar la vida”, como señala el propio Estefanía.
Sólo o con amigos
Como en la vida, cada persona es un mundo. Y cada bloguero también. Así, mientras que para Cristina Rodríguez la Sierra de Francia y la de Béjar, su paisaje, cultura popular y gastronomía, es recomendable para descubrir con amigos, Pablo Montes ve en este espacio un lugar perfecto para los que requieren “soledad, paz y sosiego”, principalmente gracias a pueblos menos conocidos como La Casa del Conde, Sequeros o Monleón. Y muy cerca, las Batuecas, es para este bloguero un destino para conocer una vez en la vida, sobre todo en tres paisajes únicos: la cascada del Chorro, la Torrita y el Meandro Melero, en la frontera con Cáceres.
Este destino sería idóneo para amantes de la naturaleza, como lo son las Arribes del Duero y el espectacular río encajonado. Para el bloguero Abilio Estefanía, un loco de este turismo no puede dejar de acudir a Burgos: desde las Lagunas de Neila, en el sur, a los Montes Obarenes-San Zadornil, en el norte, donde recomienda conocer la ‘Metrópoli Verde’, una zona con árboles enormes “clasificados como barrios, con castaños centenarios, secuoyas, etc.” “Es conocido como el Nueva York de los bosques”, presume este burgalés, quien cita también las Hoces del Ebro y Rudrón, con el protagonismo de Orbaneja del Castillo para que los más pequeños inspeccionen la “magia de la naturaleza”; y el Monumento Natural Monte Santiago, con el salto de agua más alto de España, el Nervión.
Pero le “encanta” desde siempre, admite, Los Ancares leoneses, sus casas de construcción tradicional, pueblos como Campo del Agua, Burbia, Balouta, Catejeira o Balboa y “todo su entorno natural que en otoño cobra un color que se graba en la retina”. No muy lejos de allí, la salmantina Cristina Rodríguez invita a acercarse a Las Médulas, un paisaje “histórico singular”; y César Benito y Ana, de ‘Mundícolas’, recomiendan el Acebal de Garagüeta, “que todavía en esta época luce en sus esplendor repleto de bolitas rojas”, ideal para “ir con niños que disfrutan entre los acebos y descubren los sestiles”. También La Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión, para perderse con amigos “en un retiro rural.
Buscando escenarios de cine
Benito recuerda que en algunos de estos montes se rodaron escenas de la película Doctor Zhivago, otro tipo de turismo al alza, el de aquellos que recorren kilómetros para conocer en primera persona los escenarios donde algunos de los mejores actores de talla internacional trabajaron. Este mismo film también se grabó, explica Pablo Montes, en la imponente presa de Aldeadávila (Salamanca), en la estación de tren de Valladolid. La propia capital salmantina acoge, siempre omnipresente, diferentes rodajes, como el de la producción de Hollywood ‘En el punto de mira’, protagonizada por Dennis Quaid.
‘El lío de Abi’ recomienda acercarse, en esta búsqueda, a Burgos, donde aún resuenan los disparos de Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef en el cementerio de ‘Sad hill’, de la película de Sergio Leone ‘El bueno, el feo y el malo’, en la comarca del Arlanza. O más al norte, en los ya mencionados Cañones del Ebro, con ‘El disputado voto del señor Cayo’, basada en la obra de Miguel Delibes, enamorado de Sedano.
Para perderse, unos prefieren el Camino de Santiago, otros los cantos gregorianos de Santo Domingo de Silos o Urueña, la Villa del Libro.
Enamorados de lo urbano
El turismo castellano y leones tiene un peso importante en las ciudades. Todos coinciden en que las capitales de la Comunidad tienen su encanto. Desde un paseo por el “imponente” casco histórico burgalés y los intramuros de Ávila, opina Abilio Estefanía, hasta salir de tapas por Valladolid y deleitarse “con las joyas en miniatura de Pucela”, asegura Pablo Montes, a la “adrenalina” de León, su catedral, la colegiata de San Isidoro y la Casa Botines de Gaudí. Todo ello aderezado, recuerda, con visitas a las Cuevas de Valporquero o a Noceda del Bierzo, “la Suiza berciana”.
Falta trabajo de promoción
“Castilla y León tiene uno de los patrimonios más importantes de España y no siempre se divulga de la manera adecuada”, sentencia Cristina Rodríguez, quien insiste en que es la “mayor riqueza, ya que no depende de circunstancias políticas ni de otro tipo”. Sin embargo, admite que “no se comunica siempre de la manera adecuada ni se promociona como debiera” y aboga por “cuidar y promover el patrimonio”.
Por su parte, César Benito comparte que Castilla y León es “privilegiada” y está “muy bien posicionada” para el turismo de interior y el deportivo, al que considera que se presta una “atención especial”. Pero “personalmente”, comentó que es necesario “potenciar más el turismo sostenible”.
Igualmente, Pablo Montes es “bastante crítico”, pues cree que este “potencial enorme” que sitúa a la Comunidad como uno de los destinos de interior más atractivos de toda Europa “no se sabe vender bien”. “Se siguen utilizando viejos métodos de promoción cuando el resto de comunidades van tres o cuatro pasos por delante. Estamos perdiendo una oportunidad única de intentar paliar, aunque sea levemente, el problema de la despoblación, explotando turísticamente algunos rincones que hoy están olvidados”, espeta.
A su juicio, hay gente que “se gasta lo que sea y recorre kilómetros y kilómetros para ver un determinado lugar que le ha enamorado en una revista, en un reportaje, en un blog o un vídeo”. “En Castilla y León tenemos esos lugares y la gente no viene. Tenemos turismo, claro que sí, pero la mayoría se queda en los cuatro o cinco puntos más populares”, opina. Por ello, habló de ocupar el “margen de maniobra para enganchar a más gente, ligando las estancias con actividades de turismo activo, conocimiento de oficios tradicionales, elaboración de productos artesanales, etc”. Y de esta manera “se fija población y se mantienen viejos oficios”.
Para concluir, Abilio Estefanía afirma, “sin barrer para casa”, que Castilla y León es uno de los destinos turísticos “más completos e interesantes de España, pues solo falta el mar”. Sin embargo, mejoraría la conservación y puesta en valor de buena parte del patrimonio, sobre todo en el mundo rural, “bastante abandonado”. Además, apuesta por “concienciar a los paisanos para que valoren lo que tienen”. “Hay gente que hace miles de kilómetros para verlo y disfrutarlo y nosotros… ni caso. Cuando uno conoce lo que tiene, aprende a cuidarlo”, concluye.