Se acerca la Semana Santa y las ganas de descubrir nuevos destinos o de volver a repetir alguno que nos haya gustado. Esta vez nos vamos de viaje para disfrutar de 5 ciudades preciosas que son perfectas para desconectar y cargar la pilas.
Salamanca
Salamanca quiere promocionar el turimo, no solo en Semana Santa sino durante todo el año, y tienen una promoción de 2×1, por cada noche que reserves de alojamiento te regalan una gratis. Su casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y cuenta con un legado monumental impresionante.
Es una de las pocas ciudades españolas que cuenta con dos catedrales. Están situadas una al lado de la otra y pertenecen a la misma diócesis. La catedral Vieja es románica, y la Nueva, que es una de las últimas catedrales que se han construido en España, es una mezcla de gótico, renacentista y barroco.
La plaza Mayor es el centro neurálgico de la ciudad. Tiene 88 arcos de media punta y cuenta con medallones de personajes relevantes en la historia.
La Casa de las Conchas tiene una mezcla de estilos: gótico tardío, mudéjar y renacentista. En su fachada hay más de 300 conchas.
La Universidad de Salamanca es la más antigua de España, tiene más de 800 años. En el edifico de Escuelas Mayores se encuentra la famosa rana de Salamanca.
Toledo
Toledo es la ciudad de las tres culturas: los musulmanes, los judíos y los cristianos convivieron y coexistieron. Aún podemos ver la huella que dejaron en la ciudad.
En el barrio judío se mantienen dos de sus sinagogas: la sinagoga de Santa María la Blanca y la del Tránsito.
De su pasado musulmán conserva la Mezquita del Cristo de la Luz, una pequeña mezquita cuyas bóvedas son réplicas de la Mezquita de Córdoba.
De su pasado cristiano podemos visitar su impresionante catedral, una de las más bonitas de España. En su interior hay cuadros del Greco, Caravaggio, Tiziano y Goya. Otra visita imprescindible es el Monasterio de San Juan de los Reyes. Isabel la Católica lo mandó construir para conmemorar la batalla de Toro y con la intención de que los enterraran a ella y su marido allí. Pero después de la reconquista de Granada cambió de opinión y sus restos descansan en esta ciudad.
Córdoba
Disfrutar de la Semana Santa andaluza merece la pena. Córdoba posee uno de los cascos históricos más extensos y mejor conservados de toda Europa. La ciudad fue fundada por los romanos y en ella convivieron los musulmanes, los judíos y los cristianos.
Esta ciudad es la que cuenta con más declaraciones Patrimonio de la Humanidad de España, son cuatro: la Mezquita-Catedral de Córdoba, el Centro Histórico, la Fiesta de los Patios de Córdoba y la Ciudad Califal de Medina Azahara.
La Mezquita-Catedral tiene en su interior 800 columnas de mármol, jaspe y granito sobre las que se apoyan cerca de 400 arcos de herradura bicolores. Tras la conquista cristiana de la ciudad, el Cabildo de Córdoba ordenó la construcción de una catedral en el interior de la mezquita.
A orillas del Guadalquivir se encuentra el Alcázar de los Reyes Cristianos, un edificio militar que ha tenido diferentes usos a lo largo de su historia.
El barrio de la Judería de Córdoba mantiene el trazado islámico con dos calles centrales y un laberinto de callejuelas.
Cáceres
Se la conoce también como la ciudad de los escudos, y es que dicen que entre los que están en el interior y los del exterior hay más de 1200. Su casco histórico está muy bien conservado.
La Plaza Mayor ya fue utilizada como recinto ferial en el siglo XIII. En ella se encuentra el Ayuntamiento. El Arco de la Estrella es el principal acceso al recinto amurallado del casco histórico.
En Cáceres podemos visitar la Concatedral de Santa María, construida entre los siglos XV y XVI, y podemos subir al campanario por su escalera de caracol.
En la plaza de San Jorge se encuentra la escalinata que nos lleva hasta la iglesia de San Francisco Javier y al colegio de la Compañía de Jesús. San Jorge es el patrón de Cáceres y en la fachada principal de la iglesia podemos ver una escultura de San Jorge matando al dragón.
Segovia
Otro de los destinos perfectos para una escapada en Semana Santa es Segovia. Una de las ciudades con más historia y más bonitas de España. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, fue elegida por los romanos por su privilegiada ubicación. Su casco histórico se alza sobre una atalaya rocosa que flanquean los ríos Clamores y Eresma.
Otro de los atractivos de la ciudad es su exquisita gastronomía, el crujiente y a la vez tierno cochinillo, los judiones de la granja y el ponche, su postre más típico.
El Alcázar de Segovia es una fortaleza hispano-árabe que fue construida en 1122. Fue residencia de Alfonso VIII y ha sido restaurada en numerosas ocasiones.
El Acueducto es el emblema de la ciudad. Se construyó para canalizar las aguas desde la sierra hasta la ciudad. Tras recorrer 13 kilómetros de canal bajo tierra, se eleva primero sobre un muro y después sobre los arcos. Es la mayor obra de ingeniería hidráulica romana de España.
La catedral es otro de los imprescindibles, se la conoce como la Dama de las catedrales, por sus grandes dimensiones y belleza.
