La senda del oso es una senda peatonal destinada al cicloculturismo así como a usuarios particulares que discurre por los concejos de Proaza, Teverga, Quirós y Santo Adriano, todos ellos en Asturias. Paca y Molina, dos osas pardas cantábricas, son la gran atracción de esta ruta verde que se puede hacer a pie o en bicicleta.
La antigua vía del ferrocarril minero de Teverga y Quirós se ha reconvertido para crear esta atracción turística en la que la naturaleza juega un importante papel. Este tren se usó hasta el año de 1963 para el transporte de mineral de hierro y carbón por parte de la Compañía de Minas y Fundiciones de Santander y Quirós, fundada en 1868, y más tarde por la Fábrica de Mieres en 1888. Durante todo el tiempo de existencia de esta línea, el transporte de viajeros fue casi inexistente. Al final, el agotamiento de las minas, así como su poca rentabilidad económica, en contraposición a otras cuencas mineras asturianas, propició su cierre en 1963.
La línea se iniciaba en el pueblo de Trubia, famoso por sus industrias de armamento, talleres de tornería, pequeña siderurgia y fundiciones que abastecían a la «Fábrica», como comúnmente se denominaba a la fábrica de armas. Nacía entonces al lado de la fábrica de la Quintana, pasaba por la vega de Trubia, hasta Villanueva y de allí a Proaza, de allí iba hasta Caranga dividiéndose en dos tramos, uno de los cuales llegaba a Bárzana y Santa Marina, punto final del recorrido, el otro ramal pasaba por diferentes localidades de Teverga acabando en el pueblo de Entrago.
La senda, en forma de «y» cuenta con dos opciones para realizar el recorrido, Tuñón-Cueva Huerta y Tuñon-Ricabo. Ambas rutas comienzan en el área de descanso de Tuñón; primero discurre por la margen izquierda del río Trubia, pero más adelante pasa a la derecha, avanzando entre el río y la carretera.