Los once lugares que no debes perderte en San Petersburgo

San Petersburgo fue diseñada para impresionar. Fundada por el zar Pedro el Grande en 1703 para mostrar al mundo el poder de su reinado, caminar por sus calles es disfrutar de un auténtico derroche de belleza y majestuosidad. Se convocaron a los mejores arquitectos de Europa para construir palacios, plazas y capitales que siguen siendo algunos de los más bellos de Rusia. Como hay muchísimo que ver en San Petersburgo, te recomendamos once lugares que no puedes perderte en tus próximas vacaciones:

1. Museo del Hermitage

El Museo del Hermitage es una de las joyas que visitar en San Petersburgo. Es el segundo museo más grande, tras el Louvre, y uno de los más famosos del mundo por varias razones. Contiene una de las mayores pinacotecas y colecciones de arte antiguo del planeta, pero, además, está ubicado a lo largo de 6 edificios, entre los que se encuentra el Palacio de Invierno. Esta fue la residencia de los zares hasta la llegada de la Revolución Rusa, así que podrás conocer sus ostentosas salas al mismo tiempo que admiras obras de incalculable valor.

2. El Palacio de Peterhof, el Palacio de Pushkin y el Palacio de Yusupov

Ciudad de zares, no te extrañará saber que en San Petersburgo hay varios palacios preciosos que visitar. Dependiendo del número de días que dispongas para conocer la ciudad, tendrás que decantarte por uno u otro, pero aquí te indicamos los indispensables para tu viaje:

  • Palacio de Peterhof: el Versalles de San Petersburgo se encuentra a 26 kilómetros y una bonita manera de llegar hasta él es en barco desde el mismo centro. Esta fue la residencia de verano del zar Pedro I el Grande y en él podrás encontrar dos enormes parques, 6 majestuosos edificios, 20 fuentes, 2 cascadas y más de 200 bajorrelieves, entre otras muchas joyas. Si tienes que elegir, no dudes en incluirlo entre los imprescindibles que ver en San Peterburgo.
  • Palacio de Pushkin: también conocido como el Palacio de Catalina, se ubica a 30 kilómetros de San Petersburgo. Esta fue otra de las residencias de verano de los zares rusos y recibe el nombre de la esposa del zar Pedro I el Grande. Te enamorarán sus imperiales salones, en especial, la famosa Cámara de Ámbar. La actual es una réplica de una sala hecha en el siglo XVIII con 6 toneladas de ámbar, un material 12 veces más caro que el oro. Como curiosidad, la copia costó 11 millones de dólares y requirió 8 toneladas de ámbar.
  • Palacio de Yusupov: los Yusupov fueron una de las familias más ricas y famosas de Rusia y en el siglo XVIII construyeron un precioso palacio en el corazón de San Petersburgo. De él destacan el fastuoso salón árabe y un pequeño pero coqueto teatro en el que los nobles de la época se congregaban.

3. El Campo de Marte y el Jardín de Verano

El Campo de Marte es uno de los grandes pulmones verdes de San Petersburgo y pasear por él en verano es una verdadera delicia. La “Gran Pradera” tiene 9 hectáreas en las que no solo encontrarás zonas verdes, sino también esculturas y la primera llama eterna que se encendió en Rusia.

Muy cerca está el Jardín de Verano, el jardín más antiguo que ver en San Peterburgo. Diseñado por el zar Pedro I con la ayuda de jardineros franceses y arquitectos holandeses, en él tuvieron lugar grandes fiestas y asambleas imperiales. Merece la pena recorrerlo y disfrutar de sus fuentes, esculturas y estanques, sobre todo, en primavera y otoño, cuando la vegetación luce más bonita.

4. Fortaleza de San Pedro y San Pablo

En la lista de lugares que visitar en San Petersburgo de todos los viajeros no suele faltar la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. No en vano, es la segunda atracción más visitada, tras el Hermitage. Ubicada en una isla a orillas del río Neva, esta fue la ciudadela original y en ella se pueden encontrar la Catedral de San Pedro y San Pablo (en la que se ubican las impresionantes tumbas de algunos de los zares de Rusia y sus familiares), el Museo Estatal de Historia de San Petersburgo y el Museo de la Exploración Espacial. Además de la catedral, la zona que pensamos que es imprescindible es la antigua cárcel política en la que fueron encarcelados escritores como Gorky o Dostoevsky.

Por cierto, justo al lado está la “playa de San Petersburgo”, un lugar ideal junto al río donde contemplar las puestas de sol.

5. Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada

Haciendo competencia a la espectacular Catedral de San Basilio en Moscú, la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada es uno de los monumentos más impresionantes que ver en San Petersburgo. Construida sobre el lugar donde asesinaron al zar Alejandro II de Rusia (de ahí recibe su nombre), su exterior de estilo ecléctico, el típico estilo ruso del siglo XVIII, te maravillará. Además, cuando traspases su puerta podrás admirar una de las mayores colecciones monumentales de mosaicos de Europa, que invade hasta las famosas cúpulas.

Como curiosidad, ¿sabías que una bomba caída durante la II Guerra Mundial permaneció 19 años oculta en la cúpula más alta de la iglesia? La descubrieron unos obreros cuando fueron a hacer unas reparaciones.

6. La Catedral de Nuestra Señora de Kazán y la Catedral de San Isaac

El catálogo de edificios religiosos que ver en San Petersburgo no acaba con la Iglesia del Salvador, sino que también te aconsejamos visitar la Catedral de Nuestra Señora de Kazán y la Catedral de San Isaac.

La de Kazán es un templo ortodoxo, pero con la particularidad de tener una apariencia exterior cristiana. Está consagrada a la Virgen de Kazán, la más venerada de Rusia. Se sitúa junto a la Avenida Nevski, por lo que no deberías dejar pasar la oportunidad de echarle un vistazo a sus columnas y la cúpula central, sus elementos más característicos.

Por otro lado, la grandiosa Catedral de San Isaac te permitirá disfrutar de una de las mejores vistas de San Petersburgo. Está permitido subir a su cúpula, incluso durante las famosas noches blancas.

7. Avenida Nevski

Si hay algo que tienes que hacer en San Petersburgo sí o sí es recorrer la Avenida Nevski, la arteria comercial de la ciudad. En ella podrás ver el día a día de los pertersburgueses y conocer lugares como los Almacenes Yeliseev, donde encontrarás productos gourmet típicos como caviar o vodka en salones que parecen sacados de un palacio. Si sigues recorriéndola, darás con otros lugares de interés como la Iglesia de Santa Catalina o el Palacio Stroganov.

8. Plaza del Palacio

La Plaza del Palacio es a San Petersburgo lo que la Plaza Roja es a Moscú. Quizás es el punto más monumental de la ciudad y recorrerla de punta a punta es algo obligatorio. En ella se encuentran el Palacio de Invierno (que ahora forma parte del Museo del Hermitage), el Cuartel del Cuerpo de Guardias, el Edificio del Estado Mayor y la Columna de Alejandro, erigida tras la victoria de Rusia contra las tropas invasoras de Napoleón. La plaza es importante no solo por su belleza estética, sino porque ha sido escenario de acontecimientos tan relevantes como el Domingo Sangriento (1905) o la Revolución de Octubre (1917). Procura pasar varias veces al día para ver todas sus caras y, desde luego, no te la pierdas de noche, cuando los edificios iluminados desprenden magia.

9. El Crucero Aurora

Uno de los símbolos que visitar en San Petersburgo es el Crucero Aurora, el tercer y último de los tres cruceros de la flota que se destinó a la Guerra Ruso-Japonesa en el océano Pacífico. Aunque botado en 1900, su importancia histórica reside en que fue el crucero que dio inicio, con un disparo de su cañón de popa, a la Revolución Rusa con el asalto del Palacio de Invierno. Ha sido restaurado en varias ocasiones, aunque desde 2016 ha vuelto a ser colocado en el corazón de San Petersburgo, en el río Neva. Convertido en museo, los apasionados de la historia disfrutarán de su visita.

10. Teatro Mariinsky

No hay nada para cerrar un viaje a San Petersburgo como acudir a una de las obras del Teatro Mariinsky, el más importante de la capital cultural de Rusia. Aunque fue construido en 1860, su historia se remonta a la fundación del Teatro Bolshói por la zarina Catalina II de Rusia. El repertorio de este fue trasladado a Mariinsky en 1886 y en él han tenido lugar algunas de las óperas y ballets más importantes del mundo.

11. Metro de San Petersburgo

No podemos cerrar este listado de cosas que hacer en San Petersburgo sin incluir el metro de la ciudad. Al igual que ocurre en Moscú, algunas de las paradas del subterráneo son verdaderas obras de arte. Las estaciones de la línea 1 (la más antigua) son las más bonitas, pero incluso las estaciones nuevas han sido decoradas con mucho estilo, como las de Mezhdunaródnaia y Bujaréstskaia. Además, el metro de San Petersburgo es el más profundo del mundo y es el sistema de transporte más eficiente de la ciudad.

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