Castilla y León es tierra de castillos, a lo largo de toda su geografía podemos ver cómo se levantan imponentes fortalezas de todo tipo. A lo largo de la alta Edad Media y en épocas de reconquista se construyeron estas fortificaciones, que marcaban las fronteras defensivas entre los cristianos y los musulmanes. Más tarde fueron las luchas entre familias de nobles y realeza las que hicieron que se levantaran nuevas fortificaciones.
Muchos de ellos están en ruinas, otros son viviendas privadas o alojamientos turísticos, pero los hay que también son institutos. Hoy vamos a conocer cinco impresionantes castillos que se pueden visitar. Sus paredes han vivido historias de intriga, luchas y amor.
Castillo de Coca
A 50 km de Segovia se encuentra uno de los castillos de visita imprescindible en Castilla y León. Se construyó en el siglo XV y llama la atención su construcción gótico-mudéjar. Está construido en ladrillo y es una de las pocas construcciones de este tipo en España que no se asienta sobre un cerro.
Todo el edificio está rodeado por un profundo foso sin agua de más de veinte metros de profundidad.
En la actualidad, parte de las salas del castillo forman parte de la Escuela de Capacitación Forestal.
Se puede visitar únicamente contratando la visita guiada.

Castillo de Peñafiel
Junto al río Duero se levanta esta fortaleza sobre un espolón rocoso. Se construyó en los siglos XIV y XV. Es uno de los castillos más curiosos de España por su llamativa estructura estrecha y alargada, con 35 metros de ancho y 210 de largo. Este castillo se asemeja en su forma a un barco anclado en la meseta castellana.
En su interior podemos visitar el Museo Provincial del Vino, en el que de manera interactiva aprenderemos sobre su historia, cómo se cultivan las vides o a percibir los aromas. En este museo podemos conocer 5 Denominaciones de Origen: Toro, Rueda, Cigales, Tierra de León y Ribera del Duero.

Castillo de Frías
En la ciudad burgalesa de Frías podemos distinguir en lo más alto este castillo, que cuenta con unas vistas privilegiadas del valle y del río Ebro. Imponente se erige en lo alto de una gran roca y fue construido en el siglo X, aunque tuvo varias ampliaciones en los siglos sucesivos.
Se accede a su interior a través de un puente levadizo y desde él accedes al Patio de Armas. La Torre del Homenaje se eleva de forma independiente del resto del castillo.
Se puede pasear por el camino de ronda, un pasillo en lo alto de las murallas.

El Alcázar de Segovia
Es la fortaleza-palacio más famosa de España y su silueta es uno de los símbolos de Segovia junto con el acueducto. Se encuentra en lo alto de un desfiladero, entre los ríos Eresma y Clamores. Lo construyeron en el siglo XII y a lo largo de su historia ha sufrido diferentes restauraciones y ampliaciones. Ha tenido usos muy variados: fortaleza, palacio, prisión, Real Colegio de Artillería y Archivo Histórico Militar.
Fue residencia de reyes durante dos siglos y en él se proclamó reina Isabel la Católica.
Las mejores vistas las tenemos desde la torre de Juan II, para ello tendremos que subir 152 escalones, pero el esfuerzo merecerá la pena. En el interior del Alcázar también podemos visitar el Archivo General Militar.
El Alcázar sirvió de inspiración para algunas de las películas de Walt Disney, entre ellas el castillo de Cenicienta y el castillo de la reina de Blancanieves y los siete enanitos. También ha aparecido en series como Águila Roja e Isabel.

Castillo de Ponferrada
No podía faltar en esta selección el que, para mí, es el castillo más bonito de España, el de Ponferrada. Con una extensión de 8.000 metros cuadrados, esta fortaleza se alza majestuosa sobre un promontorio entre los ríos Sil y Boeza.
Se encuentra asentado sobre un antiguo castro celta, que posteriormente fue un emplazamiento romano y visigodo. Fue en 1178 cuando los templarios llegaron a Ponferrada para proteger a los peregrinos en el Camino de Santiago de la invasión de los musulmanes. Aquí permanecieron un siglo y medio, en el que hicieron varias obras en el castillo. Tras la disolución de la Orden del Temple, Pedro Fernández de Castro siguió ampliando el castillo. Más tarde, el primer Conde de Lemos fue el encargado de ordenar la mayoría de las ampliaciones.
El castillo viejo acaba de ser recientemente restaurado y es imprescindible la visita a la exposición permanente “Templum Libri”.
