En Europa hay galerías comerciales que son verdaderas joyas arquitectónicas. Tienen en común sus techos acristalados, ya que están todas cubiertas y se construyeron para que se pudiera ir de compras sin mojarse.
Galleria Vittorio Emanuele II en Milán
Estas galerías comerciales las construyeron entre los años 1865 y 1877 (doce años tardaron en construirla). Están ubicadas en la Plaza del Duomo que la une con la plaza de la Scala, donde se encuentra el teatro.
Tienen forma de cruz y el centro forma octogonal, que es donde se encuentra su punto más alto, que mide 47 metros. Está construida combinando el vidrio con el hierro con una gran cúpula acristalada en forma de bóveda.. Tiene cuatro plantas. Su fachada exterior llama la atención por el enorme arco de entrada de granito y mármol que podemos ver en la Plaza del Duomo. En su interior destacan, en el suelo, mosaicos que son obra de artistas venecianos. Y en la fachada interior hay frescos pintados por cuatro pintores italianos que representan cuatro de los continentes.
Aquí se encuentran las tiendas más lujosas de Milán: Prada, Gucci, Louis Vuitton.
Passage en San Petersburgo
En el número 48 de la Avenida Nevski nos encontramos estas galerías. Se construyeron en 1848. Es una galería cubierta de dos plantas, con cierto aire francés, ya que se inspiraron en las galerías francesas y techo de cristal. Su longitud es de 180 metros de largo.
Su nombre proviene de «transeúnte» en francés.
Dentro de ellas hay, tiendas de alimentación, de ropa y calzado. Cada escaparate tiene su número.
Galerías Saint-Hubert en Bruselas
Situadas muy cerca de la famosa Grand Place, una de las plazas más bonitas de Europa. Las Galerías Reales de San Huberto fueron diseñadas en 1837 y el rey Lepoldo I, se encargó de poner la primera piedra y más tarde las inauguró. Fueron un encargo del rey para proteger a los ciudadanos de la lluvia y embellecer la ciudad. Fue todo un acontecimiento para la época poder pasear, ir a espacios culturales y tomar algo sin tener en cuenta las condiciones del clima. En los primeros años se cobraba entrada, y era más cara de jueves a domingo.
Estas galerías eran muy exclusivas, aquí se reunían la clase alta y adinerada.
Tienen un techo con bóvedas acristaladas y miden de largo 200 metros. Están divididas en tres zonas: la Galería del Rey, la Galería de la Reina y la Galería de los Príncipes. En su interior hay muchos restaurantes, cafeterías, chocolaterías, librerías, un antiguo teatro, una sala de cine y lujosas tiendas.
Passage des Panoramas en París
Ubicadas en el barrio de la Bourse hasta los Grands Boulevards.
Son las primeras galerías comerciales cubiertas de París. Construidas en 1799 y con una longitud de 133 metros. Fueron declaradas Monumento Histórico en 1974. En 1816 instalaron unas lámparas de gas y en 1834, las ampliaron con cuatro nuevas galerías: Saint-Marc, des Variétés, Feydeau y Montmarte.
Podemos acceder a ellas a través de cuatro entradas.
Aquí podemos encontrar tiendas gourmet, una de las imprentas más antiguas de París y tiendas de filatelia. Pero también puedes encontrar muchos restaurantes.
En París se construyeron 150 pasajes entre los siglos XVIII y XIX, actualmente sólo quedan 15.
Al lado del Passage des Panoramas inauguraron en 1807 el Théâtre des Variétés, es el más antiguo, que sigue en funcionamiento, de Paris.
Burlington Arcade en Londres
Esta galería se encuentra en Myfair, ubicada entre Piccadilly y Bond Street.
Con un estilo arquitectónico muy parecido a las anteriores: techos de cristal, elegantes fachadas y farolas colgando. Este corredor cubierto mide más de 200 metros de longitud. Se ordenó su construcción, en el año 1819, para albergar tiendas que vendieran joyas y artículos de lujo, después de todos estos años siguen dedicándose a lo mismo. En estas galerías se respira elegancia y sobriedad.
En estas galerías comerciales sólo ha habido un robo, fue en 1964, cuando seis hombres disfrazados, llegaron montados en un Jaguar y robaron joyas carísimas. Hasta el robo en esta galería fue con clase.
Una curiosidad de esta galería es que sus guardias de seguridad visten con un uniforme con levita y sombrero de copa alta que no ha variado con el paso del tiempo, se les llama Beadles. Han estado vigilando y protegiendo Burlington Arcade desde 1819. Se encargan de que se mantenga el orden dentro de las galerías. Siguen unos códigos de conducta muy estrictos: no está permitido abrir el paraguas dentro de ellas, silbar, comer, hablar alto, correr, etc. Se cree que son la policía privada más pequeña que existe.