Muy cerca del Biezo se encuentran las Rías Baixas. Un paraíso que está lleno de lugares increíbles. Es complicado señalar sólo diez, porque hay infinidad de lugares a elegir. Aquí os dejamos una recopilación para abrir boca y disfrutar de esta preciosa tierra.
Castillo de Soutomaior
La fortaleza se encuentra a 119 metros sobre el nivel del mar. Soutomaior tiene tres etapas históricas destacadas: siglo XII, cuando nace con una cinta amurallada y una torre del homenaje. La segunda etapa más destacada es en el siglo XV, con la familia Soutomaior y siendo el epicentro estratégico de la Galicia medieval con las revueltas irmandiñas, cuando queda dañada la cinta amurallada y el adarve y se construye la segunda muralla y la zona palaciega. La última etapa es en el siglo XIX y XX, con la construcción de la Galería de las Damas.
Combarro
Este pequeño pueblo es uno de los más fotografiados en las Rías Baixas. Está declarado como Conjunto Histórico-Artístico desde 1972. Destacan su hórreos a pie de mar que forman una postal preciosa.
Se encuentra muy cerca de Sanxenxo y O Grove.
Cabo Home
En la península del Morrazo se encuentra Cabo Home. Haz la ruta de sus faros, ve el atardecer desde la caracola y sube a O Facho de Donón. Allí se encuentra el facho o faro, una pequeña construcción del siglo XVII que pudo ser puesto de vigilancia. Hay un antiguo poblado castrexo y unas vistas increíbles a las Cíes.
Illa da Toxa
Es una de las islas más conocidas de las Rías Baixas. Está unida a tierra por un precioso puente.
Allí podemos visitar la Aldea de los Grobits, un parque infantil inspirado en el universo del escritor J.R.R. Tolkien, autor de El hobbit y El Señor de los Anillos. Hay varias casas en miniatura construidas con piedras y semienterradas, alguna de ellas cubiertas con hierba.
Si visitas la isla no te puedes perder su característica ermita recubierta de conchas de vieira. Está consagrada a san Caralampio y a la Virgen del Carmen. Es del siglo XII, aunque el recubrimiento de conchas es posterior.
Areoso
Guidoiro Areoso se encuentra en la provincia de Pontevedra, a un kilómetro y medio al norte de A Illa de Arousa. Un islote hasta hace poco desconocido y habitado únicamente por gaviotas. Areoso es un paraíso salvaje, sin ningún tipo de servicio. No esperes encontrar ni chiringuito ni salvavidas, es un lugar para desconectar del mundo.
A veces no hay que viajar muy lejos para encontrar tesoros escondidos. Su arena fina y sus aguas cristalinas le valieron el sobrenombre de Caribe gallego. El agua, como te puedes imaginar, no está igual de caliente que en el Caribe. El islote no es muy grande, mide 600 metros de largo y 200 metros en su parte más ancha. En total casi 9 hectáreas, pero la acción del hombre y los temporales hacen que cada año la isla se vaya haciendo más pequeña. Puedes caminar alrededor de ella, ya que no te llevará mucho tiempo.
Cambados
Cambados un precioso pueblo marinero. Pertenece a la comarca del Salnés y es la capital de la D.O. Rías Baixas. En esta zona puedes encontrar mares de viñedos. Es la capital del Albariño y su fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, es una de las más importantes de Galicia.
Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural y alberga un grupo de pazos que hacen de Cambados un museo al aire libre. Pazos como el de Montesacro, el Palacio de los Condes de Maceda, la Casa das Cunchas, el Pazo Ulloa o el Pazo de Figueroa hacen que reciba el nombre de Muy Noble Villa.
La plaza principal de Cambados es la de Fefiñáns. Allí se encuentra el pazo con el mismo nombre, el arco-puente, la atalaya Torre del Homenaje y la Iglesia de San Benito. En esta plaza tenía lugar antiguamente un mercado semanal.
La torre de San Sadurniño, el barrio de Santo Tomé y las ruinas de Santa Mariña do Dozo son lugares que no te puedes perder.
Islas Cíes
Vigo recorta su horizonte contra las islas Cíes, las islas más famosas de las Rías Baixas. Un parque nacional marítimo-terrestre que es uno de los lugares más hermosos de Galicia. Las islas Cíes combinan las playas más bonitas de Vigo con un entorno natural y unos fondos marinos únicos en España. El archipiélago se puede visitar en barco de línea durante el verano y la Semana Santa y es ideal tanto para disfrutar en familia como para pasar un fin de semana de acampada y senderismo en Vigo.
Pazo de Lourizán
Este pazo, construido a finales del siglo XIX, se encuentra en la parroquia de Santo André de Lourizán, en Pontevedra. Fue residencia de verano del político Eugenio Montero Ríos y ahora pertenece a la Diputación de Pontevedra. En él se encuentra el Centro de Investigaciones Forestales.
Es uno de los pazos más bonitos que he visto por lo espectacular que es su edificio. Con su aire francés, destacan sus jardines y su escalera de piedra custodiada por estatuas. No se puede acceder al interior del pazo, y da pena ver el estado de deterioro en el que se encuentra. Sí podemos pasear por sus jardines, sus grutas o admirar desde fuera el impresionante invernadero modernista de hierro. También hay un hórreo y una mesa de granito, de una sola pieza de 6 metros de largo, donde se firmaron importantes decisiones políticas.
Castro de Baroña
Este castro ha sido declarado Patrimonio Histórico-Artístico Nacional debido a su gran importancia arqueológica. Todo su perímetro está amurallado y se conservan en bastante buen estado veinte construcciones circulares. Estuvo ocupado desde el siglo I a.C. hasta el siglo I d.C.
Bosque Encantado de Aldán
En Aldán, se encuentra este bosque de cuento, que tiene hasta un castillo. Hay varias entradas para acceder a él y el camino no es muy largo. Atraviesas un pequeño bosque de castaños, robles, abedules y eucaliptos hasta llegar al castillo. Este terreno pertenecía a los Condes de Canalejas y era su finca de recreo. Ahora es de disfrute público, excepto el pazo que es de uso privado.
El castillo empezó a construirse en los años 60 y no llegó a terminarse. Sólo está construida la fachada y podemos acceder a él por la parte de atrás. Es muy bonito y merece la pena acercarse y que los niños disfruten de este lugar de cuento. Al lado se encuentran los restos de un antiguo acueducto que transportaba el agua desde lo alto de la montaña hasta la fábrica de salazón del pazo.