Con la puesta en marcha del proyecto de la Reserva del Bisonte Europeo hace ya casi una década, el ayuntamiento de San Cebrián de Mudá, en el corazón de la Montaña Palentina, inicio su camino hacia un modelo de poblamiento sostenible, en el que el pilar fundamental es la responsabilidad con el entorno y con los recursos endógenos. De hecho, en los últimos días, la reserva ha incorporado un proyecto de movilidad sostenible basado en la bicicleta eléctrica, que complementa la oferta turística de este proyecto vinculado al territorio.
Estas rutas con bicicleta quieren ser un nuevo atractivo para captar el cicloturismo, con ocho aparatos para recorrer esta ruta que también se puede recorrer con bicicleta convencional. En dos recorridos, uno más extenso, de 17 y otros de cuatro, discurriendo parte por el Parque Natural.
Los cicloturistas irán acompañados de guía durante su recorrido. La ruta larga se programará el último domingo de cada mes, mientras que la corta se podrá hacer los sábados. Además, las rutas estarán a disposición de la gente en los próximos días, dentro de esta idea que surgió tras el paso por la zona de un programa de televisión del aventurero leonés Jesús Calleja, que creó una ruta ciclista por el románico de Palencia.
Este proyecto de turismo sostenible incluye en su cartera de actividades otra iniciativa para avanzar en el conocimiento del territorio, de una forma responsable con este, desde la bicicleta eléctrica y para conocer este proyecto que atrae cada año a miles de turistas llegados, sobre todo, desde el medio urbano, para adentrarse en el hábitat del bisonte europeo y conocer al caballo losino.
Precisamente, esta acción en San Cebrián de Mudá ha logrado mantener la población en este municipio, incrementando el número de niños que viven a día de hoy en la localidad. Por eso, muchos conocen este proyecto, centrado en el aprovechamiento de los recursos endógenos, como “el milagro de los bisontes”.
Regreso del bisonte
Un modelo que comenzó hace años cuando, desde el Ayuntamiento y con su alcalde, Jesús González, se empeñaron en devolver al monte uno de sus moradores más ancestrales que poco a poco había sido eliminado de su hábitat hasta convertirlo en una especie en peligro de extinción.
Se trata del bisonte, que ha vuelto a la Montaña Palentina siglos después de haber desaparecido de la Cordillera Cantábrica conformando esta Reserva nacional del Bisonte Europeo. En 20 hectáreas de terreno viven de forma salvaje doce ejemplares de bisonte y dos de caballo ‘prezwalski’, los animales más representativos de la prehistoria, conformándose como un atractivo turístico de primera magnitud y un elemento clave para fijar e incluso incrementar la población.
Generar biodiversidad y cuidar el territorio, bajo esta premisa continuará el proyecto del bisonte europeo que comenzó hace años en esta pequeña localidad y que, se ha convertido en un modelo de éxito exportable a otras localidades que requieren de iniciativas y proyecto para poner freno a la sangría poblacional.
Fuente: Agencia ICAL