Sierra de Gata se encuentra en el noroeste de Extremadura, en la provincia de Cáceres, y limita el oeste con Portugal. Esta comarca extremeña sorprende por la gran diversidad de paisajes. Allí encontrarás verdes montañas, ríos, cascadas y variedad de flora y fauna. Los olivos forman parte del paisaje agrario de la zona.
Cuenta con un dialecto propio, A Fala, que se habla en tres pueblos: San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno. Esta lengua es una mezcla del galaico-portugués y tiene tres variantes: Valverdeiru, en Valverde del Fresno, Mañegu, en San Martín de Trevejo y Lagarteiru, en Eljas. Este dialecto ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Prueba los vinos de pitarra, elaborados en tinajas de barro.
Otro de los atractivos de Sierra de Gata son sus piscinas naturales. Hay más de quince, así que puedes darte un refrescante chapuzón en alguna de ellas.
En Sierra de Gata hay muchos pueblos con encanto, pero son tres los pueblos, que pertenecen a la Asociación de Pueblos más bonitos de España.
Trevejo
La carretera finaliza en este pequeño pueblo. Aparca el coche en la entrada de Trevejo y camina por la calle principal hasta su increíble fortaleza, situada en la zona más alta.
Las ruinas de este antiguo castillo nos dejan una imagen de postal. Construido en el siglo XII sobre los restos de una fortificación anterior, ha pasado por diferentes manos a lo largo de su historia. Parte fue destruido durante la invasión francesa. Al lado se encuentra la iglesia de San Juan y tumbas antropomórficas excavadas en la roca.
Sus calles empedradas, las casas construidas en piedra con tejados de teja y el granito, principal material de construcción, forman un conjunto único. Trevejo también ha sido declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Casco Histórico.
En esta pequeña aldea hay más gatos que habitantes.
Repón fuerzas en El Buen Avío, el único bar de Trevejo, donde puedes comer y comprar productos locales. Alójate en los Apartamentos A Fala. Su dueño, Nacho Lozano, ha revitalizado la zona y la ha dado a conocer.
San Martín de Trevejo
Es un precioso pueblo que destaca por los regatos, regueros de agua excavados en las calles. El agua está presente todo el año y es una maravilla escuchar su sonido.
Algunas de sus casas son de entramado de madera y cuentan con dos puertas: una más ancha, para los animales, y otra más estrecha, para subir a los pisos superiores donde están las viviendas. En los bajos de las casas encontrarás muchas boigas o pichorras, bodegas donde las familias elaboran sus vinos.
La Plaza Mayor, la iglesia de San Martín de Tours o el Convento de San Miguel son algunos de los atractivos del pueblo.
En San Martín de Trevejo está muy presente su dialecto, A Fala. Lo puedes ver en los letreros de las calles, en los carteles de las tiendas y en las conversaciones de los lugareños.
Robledillo de Gata
La arquitectura de sus casas le ha valido la declaración de Conjunto Histórico declarado Bien de Interés Cultural en 1994. La pizarra, el adobe y la madera forman parte de las construcciones y le da un carácter singular. Son casas altas, que al construirlas aprovecharon el desnivel de la ladera. Pasea por sus calles y disfruta de los increíbles rincones de este precioso pueblo.
En Robledillo de Gata encontrarás varias cascadas, alimentadas por las aguas del río Árrago. Estas aguas son las que hacían funcionar el Molino del Medio, un antiguo molino de aceite ahora reconvertido en museo.
En este precioso pueblo hay tres ermitas: la de San Miguel, la del Cordero y la del Humilladero.
Muy cerca de Robledillo de Gata se encuentra la piscina natural de Descargamaría.