Portugal es el país perfecto para disfrutar de sus playas, de su rica gastronomía y de su patrimonio arquitectónico. Aunque las ciudades más visitadas son Lisboa y Oporto, el país vecino cuenta con muchos pueblos y lugares con encanto.
Hace unos años, el Ministerio de Cultura de Portugal con la colaboración de Y&R Brands, S.A. y Realizar S.A. se propusieron elegir los monumentos más relevantes del patrimonio portugués. El Instituto Portugués de Patrimonio Arquitectónico eligió 793, y después de una primera selección quedó una lista de 77 monumentos. La segunda selección la realizó un Consejo de Notables compuesto por personalidades de diferentes sectores, de donde salieron los 21 monumentos finalistas.
En 2006 se abrió la votación, para que durante 7 meses, por teléfono, internet y mensajes de texto se votaran los 7 monumentos favoritos de los portugueses. Los ganadores fueron:
Castillo de Guimarães
Guimarães se encuentra en el norte de Portugal y pertenece al distrito de Braga. Se la conoce como la ciudad donde nació Portugal, frase que podemos ver escrita en una de las torres de la muralla. El centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001.
El castillo de Guimarães se alza majestuoso en lo alto de una colina a las afueras del casco histórico. Fue construido en el siglo X por la condesa Mumadona Dias para proteger a los monjes de un monasterio cercano de los ataques musulmanes. En el siglo XIX fue convertido en cuartel y a mediados del siglo XX fue restaurado.Destacan sus siete torres con almenas.
En este castillo nació Alfonso Henriques, el primer rey de Portugal.
El acceso a las murallas es gratuito, pero para subir a la Torre del Homenaje hay que pagar entrada.Alberga en su interior un museo sobre la historia de la fundación de la ciudad.
Monasterio de Batalha
En el centro de Portugal se erige este monasterio, ejemplo tradicional de la arquitectura gótica tardía portuguesa o estilo manuelino. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
Lo mandaron construir el rey Don Juan I de Portugal y San Nuno de Santa María, noble religioso y militar, para agradecer a la Virgen la victoria en la batalla de Aljubarrota contra los castellanos. Esta victoria puso fin a una crisis dinástica que se arrastraba desde la muerte del rey Fernando, cuya única hija estaba casada con el rey de Castilla, pretendiente al trono de Portugal. Tardó dos siglos en construirse.
El terremoto de 1755 provocó graves daños en el monasterio, y entre 1810 y 1811 las tropas de Napoleón saquearon y quemaron el edificio. Unos años más tarde, en 1840, el rey Fernando II de Portugal comenzó a restaurarlo. En su interior se conserva el núcleo más importante de vidrieras medievales portuguesas.
Monasterio de Alcobaça
Cerca del anterior monasterio se encuentra esta maravilla del gótico, también declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1989.
Fue construido en el siglo XII y mantiene intactas las dependencias medievales. Su iglesia es la primera y más grande de estilo gótico primitivo construida en Portugal en la Edad Media. Los monjes no se instalaron en el monasterio hasta el siglo XIII, cuando ya se había convertido en uno de los más ricos y poderosos de Portugal.
Castillo de Óbidos
Construido en el siglo XII sobre un pequeño monte, se divisa desde cualquier punto de la villa, ya que tiene muros de más de 13 metros de altura. Se le atribuye origen romano y más tarde fue fortificado bajo el dominio árabe. Fue reparado y ampliado en varias ocasiones.
En la actualidad es una Posada, el primer alojamiento en Portugal en un edificio histórico. Pero aunque no te alojes en él, puedes visitar sus jardines, pasear por la muralla y tomar algo en su cafetería.
Al lado del castillo hay un pequeño poblado medieval que se utiliza cuando se organizan las ferias medievales.
Palacio da Pena en Sintra
Uno de los lugares más visitados de Portugal es el palacio da Pena. Su situación elevada, la mezcla de estilos arquitectónicos y la explosión de color hacen que miles de turistas lo visiten cada año. Se encuentra en Sintra, a 40 minutos de Lisboa, y su nombre se debe a que está ubicado en lo alto de una peña.
Este palacio fue una de las principales residencias de la familia real portuguesa durante el siglo XIX. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.
Primero se edificó en este lugar un monasterio, pero el terremoto de Lisboa de 1755 lo dejó en ruinas. De esa primera edificación aún podemos ver algunos restos en los jardines del palacio, como la Gruta del Monje y la capilla.
Fueron Fernando II y María II de Portugal los que adquirieron los terrenos y mandaron construir su residencia. Posteriormente, diferentes monarcas lo utilizaron como residencia de verano. El palacio tiene una mezcla única de estilos arquitectónicos, desde el neogótico hasta el neomanuelino e incluso el neomorisco. Su interior se puede visitar y disfrutar de cómo está decorado con azulejos y paredes pintadas con trampantojos de arena de estuco.
El parque que rodea el palacio tiene una extensión de 200 hectáreas y está lleno de lagos, estanques, senderos y árboles exóticos.
Monasterio de los Jerónimos en Lisboa
En el barrio de Belén, en Lisboa, nos encontramos con otra de las Siete Maravillas de Portugal. Es un antiguo monasterio de la Orden de San Jerónimo. Lo encargó construir el rey Manuel I de Portugal para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama, ya que tanto él como su tripulación rezaron en una antigua ermita antes de partir hacia la India.
Se empezó a construir en el siglo XVI y no se terminó hasta el siglo XIX. Una parte se financió con los impuestos obtenidos de las especias orientales, excepto los de la pimienta, el clavo y la canela que iban directamente para la Corona.
En su interior destaca su iglesia, con una nave y seis columnas talladas, y su impresionante claustro decorado con elementos marítimos y de navegación. En el interior del monasterio se encuentran las tumbas de Vasco de Gama, del poeta Luís de Camões y del escritor Fernando Pessoa.
En una de las alas del monasterio podemos visitar el Museo Nacional de Arqueología.
Torre de Belém en Lisboa
Se encuentra ubicada muy cerca del monasterio de los Jerónimos y al lado del Monumento de los Descubrimientos. El conjunto de los tres simboliza la Era de las exploraciones portuguesas y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
La torre de Belém es una antigua construcción militar que sirvió como fortaleza y como puerto desde donde partieron los exploradores portugueses para establecer el que sería el primer comercio europeo de la historia con China e India.Más tarde se utilizó como prisión, faro e incluso como centro de recaudación de impuestos para entrar en la ciudad.
La torre tiene cinco pisos y termina en una terraza, todas las plantas están comunicadas por una escalera de caracol. Destaca en su exterior una gárgola con forma de rinoceronte.