La camelia es un género de arbustos originarios de Japón, Corea y China, pero Galicia posee unas características idóneas para el cultivo de la camelia. El clima húmedo, los suelos fértiles y ácidos y las temperaturas suaves hacen que se den en muchos lugares de la comunidad. Su floración, al contrario que otras muchas especies, es en invierno, por lo que estamos en el momento perfecto para verlas.
En Galicia hay más de 8.000 variedades diferentes de camelias. Se introdujeron a finales del siglo XVIII en pazos y casas señoriales, pero poco a poco se fueron plantando en parques y jardines de particulares.
Turismo de Galicia y la Sociedad Española de la Camelia colaboran con el fin de promocionar la cultura relativa al cultivo, cuidado y conocimiento de esta preciosa flor.
La Ruta de la Camelia es un circuito de jardines vinculados a la camelia de gran interés turístico, histórico y artístico. Una ruta muy colorida que nos llevará por toda Galicia para disfrutar de esta flor.
Pazo de Lourizán
Este pazo, construido a finales del siglo XIX, se encuentra en la parroquia de Santo André de Lourizán. Fue residencia de verano del político Eugenio Montero Ríos y ahora pertenece a la Diputación de Pontevedra. En él se encuentra el Centro de Investigaciones Forestales.
Es uno de los pazos más bonitos que he visto por lo espectacular que es su edificio. Con su aire francés, destacan sus jardines y su escalera de piedra custodiada por estatuas. No se puede acceder al interior del pazo, y da pena ver el estado de deterioro en el que se encuentra. Sí podemos pasear por sus jardines, sus grutas o admirar desde fuera el impresionante invernadero modernista de hierro. También hay un hórreo y una mesa de granito, de una sola pieza de 6 metros de largo, donde se firmaron importantes decisiones políticas.
Pazo de Quiñones de León
El Pazo de Castrelos era propiedad de Fernando Quiñones de León y lo cedió para su uso como museo. Es uno de los pazos más bonitos de Galicia y está rodeado por jardines de influencias francesas e inglesas. Los jardines se trazaron a finales del siglo XIX, tienen más de cinco hectáreas y están divididos en cinco sectores: acceso, rosales de la parte superior, jardín francés, jardín inglés y bosque.
En la actualidad es un museo que contiene una colección de pintura gallega y una sección de arqueología.
Castillo de Soutomaior
Este castillo fue escenario de numerosas batallas, residencia de verano nobiliaria y hoy es un monumento público visitable. El origen de la fortaleza es militar, se construyó en un lugar estratégico para protegerse de las invasiones marítimas de normandos, turcos o piratas. Está al fondo de la ría de Vigo, a 119 metros de altitud.
Sus jardines son preciosos y cuentan con más de 400 ejemplares de camelias, 18 de ellos centenarios. A finales del siglo XIX se empiezan a diseñar los jardines que podemos ver en la actualidad, en los que destaca un ejemplar de camelia compuesto por 18 troncos que crecen desde la propia base del árbol y que forman la mayor circunferencia de la especie en Galicia.
Pazo de Oca
A este pazo se le conoce como el Versalles gallego. Se construyó entre los siglos XVII y XVIII y en él podemos ver la iglesia-capilla con dos torres unidas al pazo por una balconada de estilo barroco, el palacio con una torre de planta rectangular y almenas.
Los jardines del pazo son una autentica maravilla, en el patio central hay una fuente con parterres rodeados de setos de boj. En ellos hay puentes, dos grandes estanques y una isleta en forma de barca esculpida en piedra.
En este pazo hay una camelia de color rojo intenso que ronda los 170 años de edad y los 11 metros de altura. Es el ejemplar más antiguo y más grande de España.
Pazo de Santa Cruz de Rivadulla
Este pazo se encuentra en Vedra y sus jardines son una verdadera joya. En ellos puedes disfrutar de una cascada, de estanques y de paseos de olivos centenarios. Es un pazo privado al cual no podemos acceder a su interior, pero sí a sus jardines.
En el siglo XIX se aumentaron considerablemente las plantas del jardín, sobre todo las camelias, pero en el jardín hay muchos árboles singulares que le dan un gran valor paisajístico y botánico. Hay más de 200 variedades de camelias, algunas de ellas plantadas antes de 1850.
