Astorga, ciudad del chocolate

Hernán Cortés y sus hombres prueban el chocolate en Méjico en 1519, pero no fue muy apreciado, por su sabor amargo y especiado. Una vez conquistado Méjico, monjas españolas en Oaxaca, le añaden azúcar llevada de Canarias. Los españoles se habituaron a este alimento e introducen las fórmulas para elaborar el chocolate en España.

La relación del Marqués de Astorga con Hernán Cortés, se debe al hecho de haber concertado el matrimonio del hijo primogénito del Marqués, Álvaro, con María, hija de Cortés; enlace que por causas desconocidas no llegó a celebrarse. Tres factores influyeron en la comercialización del chocolate en la zona:

  • La importancia de la Diócesis de Astorga; el consumo estaba asegurado, por el elevado número de miembros del clero y su gusto por el chocolate.
  • La red de transporte establecida por arrieros maragatos desde siglos, que hicieron de Astorga una ciudad pionera en Europa en la elaboración y comercialización del chocolate desde el siglo XVII.
  • El clima seco y frío que favorecía el enfriamiento rápido y natural del chocolate. En 1925 se censan en la ciudad 51 fábricas, alguna de ellas, de las más importantes de España. Esta saturación hace emigrar a muchos chocolateros astorganos a otras ciudades o pueblos, incluso a naciones americanas, propagando sus empresas el nombre de Astorga y sus comarcas.

Museo del chocolate

Este museo, primero de España en su género,  abre sus puertas el 13 de Diciembre de 1994. El palacete que lo alberga fue construido en 1912 por encargo del industrial chocolatero Magín Rubio González, diseñado por el arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga.

Explica la historia del chocolate a través de fotografías, documentos, utensilios, máquinas, moldes, envolturas, publicidad… desde sus orígenes hasta la actualidad.

La utilización de máquinas en la fabricación del chocolate comienza a primeros del siglo XIX. Talleres astorganos (Ángel García y Manuel Léon) fabrican y exportan maquinaria.

La imprenta, cuya tradición, en Astorga se remonta al siglo XVI, participó decisivamente en la difusión del chocolate astorgano con la aportación de litógrafos y dibujantes de la misma ciudad.

La publicidad de aquellos tiempos, sobre todo el cartelismo, fue aprovechada por los fabricantes de chocolate como reclamo para la venta de sus productos y de ello existe una amplia muestra en el Museo, tanto de fabricantes locales como de otras ciudades.

 

Fuentes: web Ayuntamiento de Astorga, web Cámara de Comercio de Astorga

Deja una respuesta